Ya, ya sé que llevo demasiado tiempo con el carposo abandonado... Otras bajas pasiones me alejan cada vez más de la pesca y es inevitable que esto suceda. Ya sabéis de mis "barbechos", pero no os pierdo de vista... Gracias por seguir ahí.
Ya tenía una entrada con el mismo título a santo del mejillón cebra en el Guadalquivir a su paso por Sevilla... Pues esta es peor, si cabe...
A.
Las fotos que ilustran este artículo han aparecido esta mañana en Facebook... sólo he tenido la discrección de difuminar las caras... En ellas aparece un siluro glanis de algo más de un metro que ha sido pescado muy cerca de Sevilla.
Ya avisaba yo que los de Iznajar se iban a acabar escapando, porque no se pueden contener aguas abajo, salvo por la salubridad del mar...
De todos modos pienso que los pobres bichos no tienen culpa de nada y que al fin y al cabo, a pesar de ser una especie invasora con enorme importancia en la cadena trófica, no van a hacer tanto daño como el mejillón cebra... Sus poblaciones acabarán equilibradas en función de la cantidad de comida disponible y listo... Recientemente el gran Raul López, que además de excepcional carposo últimamente le ha dado por buceárselo todo... pero todo... me contaba por wassap la increible cantidad y variedad de pequeños peces que sigue habiendo en las aguas de mequinenza a pesar de todos estos años (desde 1976, creo...) de siluros de dos metros largos...
Sin duda que no les auguro buen futuro a muchos de los barbos gitanos del gran río... Pero el Guadalquivir puede con esto y con más...
Lo peor puede ser, como me apuntan otros amigos carposos extremeños, "lo que los siluros traigan detrás" por su valor deportivo y, para algunos, tradicionalmente culinario...
Que no pase nada... ya están aquí.
0 comentarios:
Publicar un comentario