Una
entrada sobre ultra-light carping, que algunos mostraron interés y
os tenía abandonados, mis disculpas. La mayor parte de nuestro ahorro de peso al ir de pesca no necesita ingeniería de cohetes espaciales, se trata simplemente de no llevar cosas innecesarias y reducir, el peso o la cantidad, de las que lo son al mínimo imprescindible; pero en ésta entrada voy a comentar algunas innovaciones "tecnológicas" que espero os resulten interesantes.
La foto no es por hacer gracia, cualquier día me monto un arroz con Bogavante en el bivvy, que la cocina será ultralight, pero la comida, no... ni el buen gusto al llantar.
Si hay algo que ha cambiado y aligerado mi equipo brutalmente esta temporada que me ha dado por lo del ultralight carping, eso ha sido el “sistema de cocina y comidas”. Es mi gran revolución de la temporada.
Yo
antes usaba cocina de gas embotellado a presión, como la mayoría de
nosotros. No me extiendo en explicar el sistema... En la foto de arriba teneís la cocina de "grandes expediciones" y enmedio se vé la versión de gas "ultralight". Pero resulta que
las pequeñas bombonas de gas con válvula de seguridad, que se
comercializan en cualquier parte por España, en Kosovo eran
complicadas de encontrar. De hecho hasta hace poco las más cercanas
estaban sólo en algunas tiendas del Norte de Grecia, donde los que
trabajamos aquí pasamos algún fin de semana que otro, especialmente
en verano. Aquí se usan principalmente otras bombonas, por cierto
mucho más peligrosas, que se “pinchan” con la cocinilla y que no
tienen válvula. Los accidentes con ellas por los alrededores son moneda habitual.
El
problema de estas cocinas es, incluso con la versión ultralight (y superfiable) de la foto, el engorro de tener que comprar y
acarrear las bombonas de gas, las cuales son de un enorme volumen y
peso para el tiempo de uso que ofrecen, aparte de que revisten el
peligro de que el gas es explosivo. No se puede viajar con ellas en
avión, son peligrosas incluso una vez gastado el gas, etc. Aparte de que son complicadísimas de reciclar y muy contaminantes.
Encontré entonces, hace unos años, en una tienda militar del ejercito danés, la increíble cocina MSR “Wisperlite”. Recordé entonces que el maestro Bruno Martí tenía una cocina Coleman de gasolina, con depósito incorporado, que también las venden en algunas tiendas online de Carpfishing y con la que en el primer Raid Webcarp nos hacíamos el café por las mañanas... y me compré una Wisperlite. En la foto de arriba podéis ver "mi equipo": Se trata del bolso con la cocina y la botella pequeña, la botella "de a litro" y el kit de mantenimiento en la cajita roja...
El Cortavientos de aluminio también va en la bolsa, pero más que para evitar que se vea afectada por el viento, que apenas incide, es para preservar el calor alrededor del cazo y proteger del calor la mesa y alrededores, porque se calienta tela...
En esta foto, la Coleman de Bruno de donde vino la idea... en la que se puede apreciar claramente que éstos
sistemas de gasolina tienen una tubería que hace pasar el
combustible por encima de la llama, pre-calentando y presurizándolo
de manera que se vaporice; esos gases salen por la espita y acaban
produciendo una llama azul como las de las cocinas de gas a presión.
Al
loro con lo de la llama azul porque es un punto esencial: El que sea
fuego azul implica que va a ser limpio, produciendo mucho menos
hollín, humo y gases que ensucien nuestros cazos y nuestros
pulmones.
Las
cocinas de gasolina producen una cantidad de calor brutal, la mía se
pone al rojo cuando está funcionando, incluso con la espita al
mínimo, y además como dije no se ven apenas afectadas por el viento o las
inclemencias del tiempo, aunque equipar un quita-vientos en
cualquiera de ellas es esencial, ya que vamos a cocinar al aire libre.
De hecho la gasolina es el sistema que se utiliza en las expediciones
de altísima montaña "a trepar ochomiles", porque funciona igual de bien con
cualquier condición de viento y con bajo nivel de oxigeno...
El
inconveniente es lógicamente el tener que llevar la botella de
gasolina, que no puede ser de plástico porque se deforma y deshace
con el tiempo, hay que pillar unas botellas especiales de aluminio, lo que también reviste el peligro de pasear un
explosivo por la orilla. Además es necesario, al iniciarlas, pasar
por uno o dos minutos de pre calentamiento y luego hay que estar
presurizando el combustible cada cierto tiempo con una pequeña bomba
de vacío, en mi caso sólo le tengo que dar más o menos cuatro
subidas y bajadas al émbolo cada 10 minutos, lo cual no es nada,
pero no puedes “encenderla y olvidarte”... Además, las bombas de
vacío requieren de un mantenimiento cada cierto tiempo (cambiar
filtros, juntas de goma, etc.) ya que la gasolina es muy corrosiva con estas
partes. Por ello lo de cargar la cajita roja de los recambios a todas partes. Por último, quizás lo peor, las de gasolina no son cocinas
baratas: sus precios empiezan sobre los 60 euros. No es el sistema
ideal aunque, en mi caso al menos, el combustible lo encontraba
barato en cualquier parte por lo que me resultaba práctico.
Pero
la verdadera revolución empieza cuando el pasado invierno, recuerdo
que durante una nevada kosovar, me dio por revisar una antigua
Revista Carpfishing Webcarp, una muy buena costumbre que os
recomiendo a todos por salud mental, en la que el maestro David
Morcillo montaba un mechero de alcohol en su taller, con una lata de
refresco, para usarlo como cocina de emergencia. (No es porque
colaborase un poco yo, pero aquellas primeras revistas eran las
mejores...)
Me
puse a investigar el sistema, hice mis primeras cocinillas y, como
pasa con Internet a veces, buscando vídeos, tutoriales e información
al respecto, se abrió ante mi un nuevo mundo de posibilidades. Suena
a anuncio de limpiador de cuartos de baño, pero es verdad...
Resulta
que este es precisamente el sistema de cocina que usan la mayoría de
mochileros ultraligeros de los que hablaba en la primera entrada de
sobre el tema de aligerar. Hay varias pequeñas empresas, casi
artesanales, que las venden ya preparadas y mucho más robustas y
mejor acabadas que las caseras de la lata de refresco. Es más,
resulta que es la cocina más ligera, con el combustible más ligero,
barato y eficiente... y más aún, hay cocinillas mucho más
evolucionadas que las de “lata de refresco”, aunque estas son
también excelentes, que para colmo resultan ser increíblemente
sencillas y, por ello, baratas. Pero hay más aún: el uso de alcohol
para cocinar a mi juicio conlleva muchísimas más ventajas que
inconvenientes, a nivel de seguridad (no es explosivo), ahorro de
espacio y peso, etc.
Por
su puesto, en principio en una cocina de alcohol el combustible
líquido también ha de pre-calentarse y vaporizarse antes de
producir la deseada llama azul, pero el alcohol entra en ebullición
a sólo entre 60 y 70 grados en función de la concentración. Por
eso las cocinas de lata de refresco tienen una pared interior, el
combustible se calienta al prenderle fuego y en unos pocos segundos,
por si mismos, los vapores de alcohol suben a presión por el espacio
entre ambas paredes, produciendo la deseada llama azul en los
agujeros practicados para ello. Lo cierto es que funcionan por sí
mismas, sin necesidad de hacer nada, pero hay que esperar entre 10 y
20 segundos. Esta de debajo, además de ser una cocina de alcohol excelente, funciona como funda de lo que viene en el siguiente párrafo.
Pero
como digo las hay más evolucionadas. La evolución viene a través
del “carbon wick” (literalmente, mecha de carbono... pero yo lo
traduciría como “estropajo de carbono”). Se trata como decimos
de un “estropajo” negro, tan denso y fino que, al impregnarse de
alcohol y calentarse, lo vaporiza directamente y ya tenemos la llama
azul, además resiste casi eternamente el calor, no se quema, es barato y fácil
de reemplazar y utilizar. No necesita pre calentamiento y hay
sistemas que permiten un cebado continuo de combustible a la cocina.
De modo que, con las mínimas precauciones, la puedes “encender y
olvidarte”.
Inconvenientes hay alguno también: Es muy importante la ventilación, pero si vas a cocinar al aire libre es esencial cubrir la cocina con un corta-vientos (yo uso uno del mismo estropajo de carbono que va de miedo...) Otro serio problema, si no sois de comprar por Internet, es que los que producen y venden estas cocinas y sistemas no están en Europa, hasta donde yo se... Las mejores cocinas de alcohol, según mi opinión, las hacen autónomos que trabajan en Estados Unidos, aunque tienen tiendas online y envían a todo el mundo (incluido Kosovo). Mis favoritos son “Minibulldesign”, un señor de Maine que se dedica a esto tras jubilarse y “Smokeater908” un bombero del Sur de los USA que colecciona cuchillos. Ambos son torneros de vocación que esculpen a mano en sus tornos las cocinas partiendo de barras de aluminio y otros materiales. Su trabajo es impresionante y sus precios de risa. Además están continuamente investigando nuevos modelos y mejoras. No dejéis de seguir los canales de YouTube de uno y otro donde explican montones de trucos y formas de usar sus cocinas... aparte de que son genete un poco loca y por tanto divertida. Tienen kits completos, e incluso sistemas pequeños de cazos y cocina que no pesan nada y que se utilizan como un horno, cocinando bizcochos y magdalenas durante sus acampadas. Y luego me llamáis frikazzo...
Otro
inconveniente es el de conseguirse el alcohol: No se trata de alcohol
de farmacia normal (el cual produce humos y una llama roja que no nos
interesa). Se trata de “alcohol de quemar”. Necesitamos metanol
(que es el aclohol metilico y no etanol, o etilico... que ése último no nos vale...) a la más alta concentración posible. El metanol no es
válido para el consumo humano, pero en un caso de urgencia se puede
usar un licor de alta graduación, algunos líquidos anticongelantes
para circuitos de frenos e incluso gel desinfectante para manos, que
usan metanol, licuado con un poco de sal. En España el alcohol de
quemar se consigue en los supermercados, normalmente en la sección
de barbacoas. Por Yugoslavia no es tan simple... Pero os aseguro que
si no pescáis mucho más de 15 o 20 días al año, como yo, con un
litro (unos dos euros) tenemos para una temporada completa, larga...
En mi última semana pescando en Bosnia y Serbia en Junio utilicé
algo más de un cuarto de litro de alcohol en total, y no me corté
ni un pelo con la “generosidad de la llama”. ¿Veís esa botellita con un líquido azul en la foto de debajo? pues con eso hay para todo un día de pesca con desayuno, comida, cena y tres cafés...
Bueno...
pues ya tenemos una cocina y su combustible ultra-light, que encima
es "bueno, bonito y barato, paisha..."
Pero
el ultra light cooking no acaba aquí. Otra de las cosas donde
podemos ahorrar kilos y kilos es en el utillaje de cocina.
En
lugar de varios cubiertos podemos llevar uno o dos “spork”: Se
trata de un cubierto que incluye cuchara, por un lado, y
tenedor-cuchillo por el otro... puede ser de metal, plástico y hasta
de titanio (el más pijo). Vale que el cuchillo no corta mucho, pero
entiendo que a la navaja de campo no va a renunciar nadie.
En
lugar de los cazos que solemos utilizar en carpfishing, y que roban
montones de espacio y pesan bastante, podemos usar unos de metales
más ligeros. El aluminio fino es lo más barato e interesante. Hay
también torneros que hacen unos cazos excelentes. Yo me he decantado
por los de BatchStovez, también vendidos online y con canal de
youtube... No pesan nada, son finísimos y transfieren el calor casi
de manera instantanea. Aquí debajo están los dos que tengo... que encima se pueden guardar uno dentro de otro... La tenaza es para cogerlos sin quemarse, pero ya digo que lo suyo es aprovecharse de la cinta de carbono que tienen para cogerlos con la mano... Sin miedo, parece que sí pero no quema.
En función de lo manitas que seáis, se pueden incluso hacer cazos reciclando latas de refresco o cerveza grandes; basta con cortarla a la medida deseada y reforzar el borde con un aro más rígido (por ejemplo, con el borde de una lata de atún que encaje bien)... vale que no tienen asa pero, con un hilo de fibra de vidrio pegado alrededor (se compra en las mismas tiendas online) o incluso una tirilla del “estropajo de carbono” del que os hablaba antes, podemos cogerlo con las manos sin temor a quemarnos aunque dentro haya agua en ebullición. Para usarlos de vaso y no quemarse al beber se usa una pulsera de silicona que estaban tan de moda hace unos años... Y hasta se puede hacer una tapa de lata para el cazo... Yo me he hecho algunos que podéis ver aquí debajo con latas grandes de las de "Monster" ...y su funcionalidad es total, aparte de que he pasado un invierno entretenido con ello. Sólo una pega: Hay quien comenta en internet que el interior de algunas latas tiene ciertas coberturas que al quemarse pueden ser tóxicas lo que las hacen no aptas para cocinar... Conozco a miles de personas que las usan y nadie me ha comentado nunca ningún problema, pero el rumor está ahí, y ahí os lo dejo. Yo las uso sin problemas y nunca he notado nada.
En plan pijo, también se pueden conseguir cazos ultraligeros (de titanio) en tiendas especializadas en acampada y montañismo, pero preparad la cartera. Como véis también usan una fundita de silicona para no quemarse con el borde...
Para
ahorrarnos el vaso hay varias opciones: Yo utilizo unos vasos con
forma de taza que se doblan sobre sí mismos ahorrando un montón de
espacio... los más frikis ponen como digo una de esas pulseras de silicona
para no quemarse alrededor del borde del cazo y beben del mismo
directamente, así que no llevan vaso.
El
resultado creo que es bastante impresionante: En las siguientes fotos
podéis ver los equipos de cocina que he utilizado antes y el
actual... y os aseguro que la funcionalidad es exactamente la misma
en ambos equipos, si no mayor en el actual...
- Cocina MSR wisperlite con botellas de aluminio (pequeña y/o grande) para la gasolina y kit de mantenimiento (unos 120 € en total, hay equipos más caros, pero no mucho más baratos).
- Juego de cazos tracker armo, con tetera. (45 €)
- Cafetera Mariali. (10 €)
- Juego de cubiertos (3 €)
- Vaso de plástico (2 €)
- Bolso para guardarlo todo , aunque normalmente siempre he usado la misma nevera de playa que se ve en la foto... (20 €)
Total:
unos 200 euros sin contar comida.
- Cocina minibulldesign MB-SB 2 (20 €) con tubo de alimentación y soporte para cazo.
- Cocina minibulldesign Bongo pro 1/3 (16 €) con tubo de alimentación y soporte para cazos (Todo metido en otra cocina-funda BIOS 4, de minibulldesign también)
- Depósito y botellas de alcohol de 2, 4 y 8 onzas (unos 10 €)
- Cazos de aluminio (un Batchstovez comprado 10 € y otro de una lata reciclada 1 €)
- Sporks (de plástico 5 € con funda, el de titanio vale unos 20 €)
- Vaso que se dobla (4 €)
- Cafetera Mariali, a la que no renunciaré ni de camino a la horca, para quitármela en la orilla, me tienes que matar primero... (10 €)
- Funda Camelback para guardarlo todo, menos la cafetera (15 €)
Total:
unos 105 euros incluido el spork de titanio, porque yo lo valgo, con el de plástico es menos de 90. También se puede guardar en una fiambrerita...
Lo esencial, repito, es que pensemos lo que nos hace falta y lo que no: el tiempo
que vamos a estar pescando, la cantidad de personas y de comida a
preparar, etc. pero os garantizo que con estos sistemas, como creo
que es evidente, se ahorran montones de kilos y litros de espacio.
Otro
día hablaremos de comidas preparadas en casa y luego deshidratadas y
envasadas al vacío para rehidratarlas y comérselas en la orilla...
otro gran descubrimiento friki de este año.
Si
nos vemos en una orilla, pasaros a tomar un cafelito, cocinado con
alcohol, que vais a alucinar...
A.
2 comentarios:
Buenísimo artículo ultralight!!
Gracias!!
Gracias a vosotros por leerlo... la verdad es que se ahorra muchísimo espacio y peso... ¡Probadlo!
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