Me comunican los colegas de recursos humanos que si
no me tomo algunos días de vacaciones antes de cambiar de contrato,
los pierdo... Sólo puedo transferir 12 días al nuevo que firmo a mediados de Junio. No puedo hacer nada con la familia,
teniendo colegios y a final de curso... Pido permisos a mi “Gobierno”
y la respuesta de la máquina de regañar... es afirmativa... ¡Aleluya!
Miel sobre hojuelas. Ahora hay que
decidir a dónde vamos a pescar: Tengo 7 días.
Tenía una deuda pendiente con el lago
de Pelagicevo (Bosnia) desde noviembre de 2011: Tras preparar la
sesión con un par de meses de adelanto, el lago se congeló tras la
primera noche de pesca y no tuve más remedio que volverme... Puse
fotos en el blog hace un tiempo de aquella sesión... Juré venganza.
Llegó el momento.
Pelagicevo es un lago natural producido
por inundación de una antigua mina abandonada que se encuentra al
Norte de Bosnia, en territorio de República Srpska (que son las
municipalidades de mayoría serbia en Bosnia) a 20 kilómetros de la
frontera con Serbia y otros 20 con la de Croacia, triangule el
lector, la cual es básicamente un puente de casi un kilómetro sobre
el río Saba, un enorme afluente del Danubio que recorre los Balcanes
de camino a Belgrado, donde se encuentra con el mayor río de Europa.
Tiene una serie de puestos muy bien preparados y carpas muy
grandes... No suele haber problemas para pescar, especialmente entre
semanas.
400 kilómetros no es nada para lo que
me gusta conducir. Los pasos de frontera (3) fueron rápidos y en 5
horas, parando a comer, me planto en Pelagicevo y solicito los
permisos, decido pagar un pequeño extra para poder pescar con cuatro
cañas, ya que vamos, vamos con todo, vamos a fondo... Me comentan
los guardas que hay una competición que ocupará todo el lago a
partir de mi quinto día libre... de modo que sólo me dan 4 días de
licencia ¡Mecachis en los mengues! Bueno, algo haremos con los otros
dos días pero cuatro días de pesca merecen la pena, espero. Lo
bueno de pagar la licencia es que en la caseta del guarda hay WiFi y
te dan la clave, de modo que buscaré por Internet alguna
alternativa, experimentar en un sitio nuevo y agradable... No es tan
mala idea después de todo cuando tengo tantos días disponibles.
El puesto que me gusta está en medio
de una península, con salida a aguas abiertas pero por donde pasan
peces grandes, además es donde estuve en 2011… Pero por desgracia
está ocupado con dos tiendas, de modo que busco algo completamente
distinto y me voy a una recula trasera; el puesto más lógico es en
un lateral, pescando hacia aguas abiertas a un lado y hacia la recula
por el otro. Mientras monto la tienda y las cañas oigo peces saltar
en la recula. Parece que he elegido bien.
Pongo las cañas en abanico... una caña
corta (no necesito lanzar mucho) mirando a la recula por en medio,
otra también mirando a la recula pero lanzada a la orilla de
enfrente, la tercera en linea recta a la orilla de enfrente también,
estas dos en configuración larga. Y la última, también corta, en
un fondo de grava que me encuentro a unos 60 o 70 metros, mirando a
aguas abiertas...
La primera tarde y la primera noche
transcurre sin picadas; voy cebando discretamente, poco a poco, con
el cobra y con bolsas de PVA, ya se irán activando... procuro no
hacer ruido. El spomb y los 20 kilos de maíz y mezcla de semillas
para palomos, cuidadosamente cocidos la semana antes, los dejamos
para si llega el caso de pasar a la artillería. Pero de momento
probamos con suavidad.
Efectivamente: las 10 de la mañana del
día siguiente la caña que tengo más metida en la recula tiene una
buena picada, justo cuando pasaba a su lado de recoger agua (me gusta
tener agua en un cubo o botella, junto a la moqueta, que renuevo de
vez en cuando por si es necesario mojar un pez... da buen karma).
Tira muy fuerte, pero no me entero mucho al principio, especialmente
teniendo en cuenta que es una caña corta y el carrete está montado
con trenzado Ixion de Prowess (¡que es excelente!)... mientras se
debate el pez, pienso que no estoy teniendo nada de control de la
situación, no aprecio lo mucho que tira ni para dónde... estoy
oxidadísimo... tengo que salir a pescar más a menudo. La intención
de la carpa es clarísima: se va a la recula, pegada a la orilla,
cuanto más lejos mejor... Pasa un rato que se me hace eterno
intentando alcanzar unos juncos; ¡Qué lista la puñetera! no hay
otra cosa a la que agarrarse y para allá que va directa... Pero poco
a poco empiezo a controlar la situación... bombeando suavemente la
voy acercando, aunque me saca un par de metros de trenzado de cuando
en cuando... ¡Sube! ¡atento!... me quedo paralizado al verla bajo
la superficie del agua... es una carpa royal, casi cuero... y es
¡inmensa! Viene al centro, delante del trípode... da un tirón
hacia el fondo y saca varios metros de línea del carrete... ¡no se
cansa! Vuelvo a bombear... tengo que intentar acercarla, parece que
va cediendo... y de repente da un cabezazo... se suelta...
-AAAARRRRGH!! (El grito lo oyeron en todo el pantano...). El cabreo
me duró un buen rato, traté de administrarlo pegando bolazos con el
cobra...
Al cabo de una hora otra picada en una
de las cañas de la orilla de enfrente, de nuevo mirando a la
recula... casi no me da tiempo a sentir el pez, porque se suelta en
pocos segundos, pero chico no era...
Empiezo a cavilar, algo está fallando
aquí. No creo haberlas desgarrado, al menos la segunda seguro que
no... Tiene que ser que mis montajes no clavan bien. Son mis anzuelos
y bajos de línea favoritos, montados con blow-back y micro-anilla,
pero con sencillez, todo como siempre...
Lo malo de alcanzar la señal del WiFi
de la caseta del guarda es que tengo a todos los mostachones online
preguntando... y lo bueno es que tengo a todos los mostachones
online, asesorando...
Tras las consultas me decido a cambiar
de montajes todas las cañas, que uno no es de medias tintas y tiempo
hay para meter la pata, al fin y al cabo no llevo ni 13 horas
pescando, podemos hacer pruebas... Un blow-back más agresivo, con
anzuelos más grandes y de pata larga, con tubo termo-reductible
micro-anilla y un hair más corto... que no falte ni gloria... Pongo
la tetera para reducir los tubos dándoles forma y todo, como si
fuese un avezado carper británico (qué risa...) … from the
lost to the river...
Mientras preparo los nuevos montajes,
ya a media tarde, tengo otra picada... ahora en la caña que está
perpendicular a la orilla en la de enfrente... (una picada por
caña...) Pero algo raro pasa... es como si arrastrase al pez
enredado en la línea pero no en el anzuelo, porque veo el boilie
fuera del agua y el pez mucho más abajo... es un amur, pequeñito...
¡Y también se suelta cerca de la sacadera!
¡¡Gensantadelamorhermosoquédesesperación!!
Me voy a dormir temprano, con las
cuatro cañas con sus nuevos montajes... Durante la noche me
despiertan hasta en tres ocasiones tirones en las dos cañas de la
recula... pero ninguno de ellos se clava... ¡maldición!
(cagoentoloquesemenea, en el original de la orilla...) este montaje
tampoco funciona...
Por la mañana, sigo cavilando, más
consultas. Decido hacer algo que nunca me ha fallado por ahora:
hacerle caso a Mostachón... Antonio dice que mi montaje original no
tiene ningún problema... salvo un hair demasiado largo que hace que
la clavada no sea franca... Comienzo la operación “acortar hair”
en todos mis montajes... Como siempre con Mosta, funcionó...
Tras una mañana tranquila, a las 6 de
la tarde me pilló hablando por teléfono una buena picada... Estaba
de los nervios porque ésta no se soltase, era una carpa muy
enérgica... como sólo una común larga y salvaje puede serlo...
mucho nervio... muchos tirones de sacar metros de hilo... paciencia,
suavidad, no la cagues... tras una lucha épica, y una resistencia
increíble, al cabo de unos minutos eternos tenía en la sacadera una
larguísima común que medía alrededor de un metro y pico en la
moqueta.
Pesamos y... Nuevo récord personal.
¡Qué alivio!... un detalle tan tonto... acortar el hair. Me cuesta
horrores hacer las fotos... (y son malas, como pueden ver) ¡Qué
difícil es manejar una gran carpa con malas pulgas solo!
Bueno... pues llevo dos días y
objetivo cumplido, como dice mi padre “ya me puedo ir...”. Lo
maravilloso del carp es que nunca se deja de aprender... un bendito
veneno muy malo, sé muy bien que los hay peores y más caros... pero
ya estoy contento y tranquilo... a mí también, como dicen los de
Dhul... “me encanta que los flanes salgan bien” ¿no?
La sesión sigue con una noche
tranquila, hasta que a las 4 de la madrugada... una picada suave...
Me levanto descalzo, en gayumbos (les ahorraré detalles...) y clavo:
Esto es muy raro: cabecea, tira con fuerza... pero no es una carpa. Y
desde luego no es grande. Se deja vencer, no sin presentar una digna
batalla, y cuando enciendo el frontal para mirar en la moqueta, ¡qué
coj...! no me lo puedo creer. ¡Un siluro! ¡Un siluro autóctono!
Tenía sólo 5 kilitos... pero ¡qué alegría!... Y lo mejor: Mi
siluro picó a una chufa Jumbo. Alucinante este sitio. Hacer fotos de
noche en automático es mucho más fácil, porque la recarga del
flash te da unos segundos cruciales entre foto y foto... Y puedo "hacer el indio"
A las 6 de la mañana de nuevo buena
picada, increíble pelea, pensaba que más grande que la de ayer,
pero no: se trata de una royal algo más pequeña, poquito, pero mucho más
bonita... Es un plato, mejor dicho, una sartén. Preciosa. Hasta al
manejo del pez y las fotos le voy cogiendo el truco... Sigo
aprendiendo cosas cada día de pesca. Los tres peces que he sacado
venían todos perfectamente clavados, imposible que se suelten... Y
además consigo desconectar y relajarme casi tanto como lo
necesitaba. Si no pescas, no lo entiendes... pero hasta esta
exclusividad de lo que se siente forma parte de la satisfacción.
Ya me froto las manos con los
siguientes dos días que me esperan en la sesión... Las tengo donde
yo las quería... y les he pillado el truco: Esto va a ser una
gozada... Pero no.
De repente, cambia el tiempo, que hasta
entonces había sido soleado y estable... y empezamos con el
“chirimiri aka orbayu” (un pestiño), que si llueve, que si no...
la presión barométrica se desploma tan pronto como sube y sale un
sol de justicia -tan malo como tener WiFi es tener un barómetro en el
reloj- el cual dura media hora y vuelta a empezar...
Y la actividad en el lago, lógicamente,
se paraliza. Mal rollo. Parece mentira lo mucho que afecta a los
peces esto del tiempo. Lo pruebo todo... cebo con el cohete por un
lateral montones de kilos de semillas... con el cobra por el otro...
cambio los cebos, dulce, salado, más remojado, menos con o sin
PVA... Nada...
No me importa, porque el objetivo está
cumplido y ya he triunfado (nuevo récord personal incluido...), pero
hay que seguir dando la pelea... Aunque no haya modo.
No hay más historia que día y pico de ansiada calma: Por suerte, mira que odio recoger con
agua, la última mañana no llovió y pude desmontar la tienda a
gusto... hasta en éso se portó bien conmigo Pelagicevo... claro
que, aunque “mi venganza está cumplida”, juro que volveré...
A la próxima, si os invito, a ver si os dejáis caer por aquí...
A.
7 comentarios:
Impresionante sesión... Siempre los Mostachones ayudando a los Mostachones (y a quien haga falta)!
Enhorabuena Andrés, nos vemos pronto.
Un abrazo!
Lo impresionante hoy para mi es leer las conversaciones de esos dias con todos vosotros por Wassap... Por momentos tenia que apagar el movil para no quemar la bateria... pero era como tener una sesion todos juntos en un embalse andaluz...
Gracias Culen, otro abrazo!
A.
Muy guapa la sesion,relato estupendo,parecía ke estaba alli mientras lo leía.
Gracias compañero... comentalo por ahi... cuantos mas seamos, mas somos...
Un abrazo.
A.
Como siempre, excelentemente narrado.
Un abrazo y espero la segunda parte
Magnífica Andres, que sanísima envidia me has dado.
Felicidades por la sesión y la narración, la he vivido.
Un saludo.
Ha sido un día duro de trabajo, acabo de llegar a casa, pero pronto me pongo con ello (y con otras cosas...)
Gracias a los dos por vuestros comentarios, maestros.
A.
Publicar un comentario